14.jpg

La Maracuyá, llamada también por algunos lados “fruta de la pasión”, es aromática y de sabor agridulce, muy ácida cuando su jugo se posa sobre las papilas gustativas, pero exquisita y rica en vitamina C.

En Dominica, es cosa común que apenas comienza el día, se prepare a los huespedes, junto a su desayuno habitual, un jugo de Maracuyá. Yo recuerdo haber crecido entre estos exquisitos frutos, que eran cuidadosamente cultivados en el antejardín de la casa, y cada primavera, eran polinizados unos con otros para que sus llamativas flores se convirtieran en exquisitos frutos.

La textura de la Maracuyá, cuando se abre en dos, es gelatinosa y tiene muchas pepas, las que puedn ser licuadas en la juguera y no representan ningún problema para la obtención de un delicioso jugo.

24.jpg

Los agricultores dominicanos, cultivan la variedad de oro, que tienen diferentes tamaños aunque son más grandes que las variedades que se suelen encontrar en los supermercados a precios altos. Siempre los supermercados lanzan la primera fruta de temporada a precios prohibitivos, cosa que no deja de molestarme como consumidora, aunque comercialmente lo apoyo como estrategia, ya que da resultados aunque cause malestar en el consumidor.

Hay tragos que se preparan a base del jugo del Maracuyá, como el que lleva su jugo, ron y soda. Yo quedaría conforme con un jugo preparado a base de la fruta, hielo, agua y azúcar, creo que no necesitaría nada más para decir que cumplí con mi deber de turista al probar la fruta de la pasión dominicana.

Fotos: (Theblue) flickr, (JaviC) flickr

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.