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En Dominica, no hay que ir muy lejos para acercarse a la naturaleza. La abundancia de flora y fauna en esta isla color verde esmeralda, sin contar con los mares que la rodean, son impresionantes.

No es difícil imaginar por qué Dominica se ha convertido en uno de los principales destinos del Caribe para viajeros que buscan lo ecológico.

Para empezar, Dominica es el hogar de unas 170 especies de aves. Entre las especies más preciadas esta el Loro Amazónico, el Sisserou y el Jaco de Cuello Rojo, sin contar con el Colibrí Cabeza Azul. Muchos operadores ofrecen tours de observación de aves.

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Las templadas aguas de Dominica atraen a un gran número de cetáceos. Es posible ver ballenas y delfines durante todo el año, particularmente alrededor de las aguas profundas que hay en el lado sur de la isla.

Hay demás, amplios bosques para practicar senderismo y hasta nadar bajo las cascadas de agua. No es solo por la oportunidad de observar la vida silvestre que a Dominica se le ha llamado La Isla de la Naturaleza.

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Los esfuerzos de este país por promover la conservación y el turismo responsable le han valido un reconocimiento por parte de Green Globe, un sistema de calificación de los viajes ecológicos, sin contar con que la isla ha sido dos veces nominada en la categoría principal de Destino Verde de los World Travel Awards.

La naturaleza se ha convertido también en la inspiración de un nuevo directorio de salud y bienestar en Dominica.

Vía: thedominican, Fotos: flickr

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