La casa escondite, tal como lo dice su nombre The Hide Out, es un paraíso de paz y tranquilidad, un lugar donde ir a relajarse en Islas Winward y el Caribe, porque en los alrededores, lo que más verán, es una abundante selva tropical, montañas verdes y volcánicas, caídas de agua, loros, manantiales de azufre y el segundo lago más grande en ebullición que haya sobre la tierra.
El lugar donde se encuentra emplazado este refugio, es uno de los pocos donde los “kelinago” han sobrevivido. En este refugio escondido entre las montañas, hay una cocina y dos camas individuales en la planta baja, en el segundo piso están la ducha y el cuarto de baño.
Desde las ventanas del segundo piso se puede obtener unas vistas panorámicas del río y las montañas volcánicas del sur.
Los que quieran cocinar en la casa, pueden hacerlo, y pueden ir a comprar su pescado fresco a la aldea de pescadores “Fondo de San Juan”, donde los filetes se los entregan limpios y bien cortados, listos para tirarlos al aceite hirviente de la sartén, si es que los hacen fritos, o al calor del horno, si lo prefieren con menos grasa.
A pocos minutos de Hide Out se encuentra la carretera principal de Ginebra, en medio del jardín de una familia dominicana con reminiscencias rastafaris y suizas. Esta familia se ha preocupado del medio ambiente, para lo cual utiliza energía solar y eólica. También realizan cultivos y circuitos turísticos ecológicos, que respetan la naturaleza.
El desayuno no va incluido en la tarifa de la estadía, aunque eso les da la opción a los huéspedes, de prepararse ellos mismos su propio desayuno, si se animan a salir a comprar algunos alimentos.
Vía: hideout