No es frecuente que el líder de un país pequeño sea lo suficientemente valiente para resistir a los deseos de los países más ricos o más grandes. Como el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerritt.

Hablando en la capital de Dominica, Roseau, en la apertura de una Conferencia del Medio Ambiente, titulado «Simposio Internacional del Océano de Vida», el primer ministro declaró que su gobierno ya no daría su apoyo a la matanza de ballenas, a la posición del gobierno japonés en la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

Dijo que su gobierno estaría actuando en su país de acuerdo al «interés nacional».


Desde hace varios años, se ha alegado que varios países del Caribe, de los miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO) y Suriname, que Japón ha venido apoyando en la CBI debido a que la Asociación Ballenera de Japón (JWA), cuenta con instalaciones de refrigeración de pescado.

También se ha reclamado en la British Broadcasting Corporation (BBC) que los programas de la CBI JWA han pagado las cuotas de los miembros de algunos de estos países, así como los gastos de sus delegaciones presentes, a fin de lograr su apoyo.

Estas afirmaciones fueron confirmadas por los ecologistas en Dominica que han seguido de cerca la participación del país en reuniones de la CBI.

Entre estas personas está un ex ministro de medio ambiente de un gobierno de Dominica, Atherton Martin, quien renunció en 2000 en protesta por el tema.