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Situado a 5 minutos de Roseau, en la costa sudeste de la isla, este hotel de clase turista superior, puede fácilmente ser un segundo hogar. Dentro de los jardines del hotel hay varias especies de aves, entre las que se encuentran el colibrí y la reinita, por nombrar algunos.

Desde todas las habitaciones (que son solamente 32), hay unas impresionantes vistas panorámicas del Mar Caribe, sin contar con el restaurante y bar. El Restaurante Ocean Terrace, también tiene unas vistas muy agradables, incluso se pueden visualizar ballenas a lo lejos, y además, pueden degustar de la cocina local e internacional.

En el Caribe Bar, casi todos se dejan llevar por la calidez del paisaje, y se posan sobre las hamacas cercanas a la piscina mientras se beben sus cervezas, que tiene el plus de ser fabricada de manera local…aunque la cerveza industrial tiene su gracia también, y entre una y otra, yo diría que es muy relativo.

Hace poco tiempo se renovaron todas las habitaciones, incorporándose los colores típicos del Caribe, las comodidades más modernas, servicios de internet y balcón privado. También hay un centro completo de buceo PADI, donde facilitan todos los equipos para sumergirse en el mar.

Semanalmente hay varias alternativas de excursión, hay una especial que les lleva a conocer todos los pormenores de la vida silvestres local.

También se organizan cruceros de fiesta, paseos en vela, viajes nocturnos hacia las islas vecinas, y sin necesidad de visa (al menos los estadounidenses). Si los niños se les hacen complicados, también tienen servicio de niñera dentro del hotel, así pueden ir a darse una vuelta por las fiestas nocturnas.

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