Dominica vive días de terror sin duda, por el peligro de que de pronto llegue una avalancha de haitianos a quedarse allí, y más que eso, el principal problema es que ya puede entrar cualquier haitiano, aunque sea uno que haya estado preso, nada se puede hacer para deportarlo, debido a como quedo su país.

Yo creo que esta difícil situación pone en riesgo el turismo de Dominica, de hecho, creo que muy pocas personas se atreverán a ir este año al menos, y menos aun con el riesgo inminente que de pronto haya un tsunami, como se había anunciado para todas las costas del Caribe, aunque finalmente se le bajó el perfil al asunto.

Lo más grave de ir a Dominica hoy es que pueden verse envueltos en dificultades graves por lo que en estos momentos, ir a Dominica, es como ir a la boca del lobo, al refugio de gente desesperada a la que muy pronto le abrirán la frontera sin límites para emigrar y intentar rehacer sus vidas. Probablemente todos los haitianos se inserten en un futuro próximo en Dominica.

Dominica no volverá a ser la misma de antes. Espero que no sea así, y ese pueblo devastado pueda lograr levantarse de nuevo, sin embargo, en vista de la gravedad del asunto, no creo que hasta algunos años más, eso suceda, porque reconstruir un país entero, una estructura de gobierno y todo, no es cosa de un mes ni dos, es cosa de años si es que no siglos.

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