En este resort, tendrán vistas a Cofresi Beach, una playa dorada impresionante, rodeada de montañas y paisajes naturales que dan el marco perfecto para este sitio con caminitos empedrados, edificios bajos de estilo mediterráneo y techos de paja que refrescan el ambiente caribeño a quien quiera salir a tomar un poco de aire y sol afuera.
La mayor parte de las habitaciones de este resort dan a la playa Cofresi y la piscina, y casi todo lo que rodea este sitio, luce muy blanco y caribeño, como que el blanco es el color que les da ese aire tropical característico a los resorts del Caribe, y me pregunto ¿por qué no se atreven a probar colores como el rosa, fucsia y mostaza?, por decir un ejemplo, en las puertas, las cortinas y los muebles, para que no sea todo tan blanco.
El blanco de los resorts caribeños me lleva siempre al recuerdo de las típicas bermudas y los mocasines blancos de los hombres, al vestidito blanco de las mujeres, todo, todo blanco, como volviéndose un castigo que persigue a los veraneantes, ¿o es que acaso no tenemos derecho a vestirnos con un estricto verde militar y así parecer todos uniformados con una misión (aparente al menos), que difiera de solo descansar y hacer nada?.
En este resort hay una escuela de buceo PADI y un anfiteatro con capacidad para 2.000 personas, nada apto para fóbicos sociales eso sí, pero muy recomendable para los socialités reprimidos que quieran ir a hacer alarde de sus brazos bien contorneados durante el año en el gimnasio.
Los que vengan a este resort encontrarán tratamientos spa, de algas y hasta un Club de Polo propio, instalaciones que deberían mantener entretenidos a los cientos de huéspedes que alojan por estos lados.