Las cataratas de por sí seducen la vista, el oído y el olfato, ya que son sin duda una de las cosas que más vibran en medio de un bosque virgen. Las Cataratas Trafalgar son las más famosas de Dominica. Cada una es conocida como la catarata madre y la otra la catarata padre.

Para llegar a ver estas cataratas hay que caminar unos 20 minutos antes en medio de un bosque de vainillas, jengibre y orquídeas. Este caudal de agua se forma en las montañas y se unen en la parte inferior por una fuente de agua natural mineral caliente. Hay quienes nadan en medio de las piscinas de agua fría y caliente, dejándose llevar por la corriente hacia las rocas para tomar un poco de sol.

Para entrar a admirar este sitio hay que pagar una entrada. En la aldea de Trafalgar se puede conseguir una guía del sitio y se recomienda no entrar con vehículo ya que los caminos son demasiado empinados para ellos.

Trafalgar es un pueblo en el Valle de Roseau. A través de la pista conduce a la aldea que está cercana a las Cataratas de Trafalgar.

En el Valle de Roseau hay mucha flora y fauna nativa, aunque llaman la atención los hermosos helechos gigantes, la floración de los jengibres y otras plantas tropicales. El tamaño de los frutos acá es grande para todo, debe ser por el clima tropical porque además, todo lo que sea comestible es muy dulce. En la zona se puede hacer senderismo, visitar el Jardín Botánico o el Santuario de Aves.

Fotos: dominica-island