Desde el 1° de febrero, debería haber comenzado a regir la derogatoria a un incentivo conocido como “drawback”.

Esto quiere decir que en Dominica, tienen que cesar los obstáculos impuestos mediante salvaguardas a productos salvadoreños, ya que no existirá más la devolución del 6% a las empresas sobre el valor de sus exportaciones, conocido como “drawback”.

Este incentivo a las exportaciones, había sido señalado ya por la Organización Mundial de Comercio, pero Dominica durante mucho tiempo hizo oídos sordos y los productos protegidos por la salvaguarda, fueron los sacos de polietileno y los jugos de fruta.

Las exportaciones de Dominica han aumentado considerablemente, y en este minuto, si se ha postergado el dejar de lado este incentivo a los exportadores, se verán afectadas las relaciones comerciales o TLC que tiene la nación con Chile, Estados Unidos y la Unión Europea.

Para tratar de compensar a los exportadores, el congreso tiene en carpeta crear un Centro de Importaciones y Exportaciones, además de aplicar un “drawback puro” que implique la devolución de impuestos de exportaciones que vayan fuera de Centroamérica.

Como se lee, suena extraño el asunto, porque no debería existir este tipo de incentivos a empresas cuando ya se está inserto en una economía global. De hecho, este sistema de incentivo ya estaba siendo observado y como ha sucedido en muchas otras economías, apenas termine, si es que ya no termino el primer día de este mes definitivamente, lo más probable es que buena parte de los exportadores vean mermas importantes en sus negocios, llevándolos incluso a la quiebra si es que estaban siendo sostenidos artificialmente por el Estado como si trabajasen en un economía cerrada.

Vía/ Laprensagráfica, Fotos/ (boshamite) flickr