Este resort, tiene una cueva de agua hirviendo, que emana ruidos extraños y fuertes en la isla, por esto se le llama a este sitio la “boca del dragón”. También hay una cueva donde los cristales de azufre han estado creciendo durante siglos en el techo, junto a cristales de sal que cubren las paredes.

En las cercanías de este sitio, no hay aeropuerto internacional o algo parecido, por lo que el aire está libre de contaminación acústica y los manantiales y arroyos de las montañas son puros.

Hay un pabellón que se utiliza normalmente para hacer ejercicios aeróbicos, como el Qi Gong, Tai Chi, talleres de Yoga, conferencias y espectáculos. Para muchos, un lugar favorito es la cabaña de masajes que se encuentra al lado del río Blanco, donde uno puede relajarse en una hamaca con una bebida de fruta fresca luego de un masaje y la magnífica experiencia que entrega el entregarse a la bañera de hidromasaje.

Un paisaje sorprendente, es el que ofrece la Cascada a la que los visitantes pueden acceder a través de sus caminos de acceso establecidos en medio de la selva.

En el lugar, hay bañeras de piedra de diferentes tamaños, que son alimentadas con aguas cálidas y de termales a diario. También hay un restaurante dentro del hotel, con un comedor y terraza cubierta.

Los huéspedes pueden elegir entre una caseta rústica con lujo y modernidad o una más sencilla, a través de la cual puedes tener una vista panorámica de los alrededores, las nubes y el sol sobre el Mar Caribe.
En las habitaciones no hay camas adicionales, solo hamacas.